agosto
31
Guía para la hecatombe txuri urdin
El proteccionismo de la Real Sociedad en la prensa es tan exagerado que cae en continuas contradicciones. Brevemente, pequeños razonamientos como vacuna para lo que escucharéis o leeréis previsiblemente en los próximos días.
A) El manido «parece mentira que se nos olvide de dónde venimos». Porque venir, lo que es venir, venimos de participar en la Champions League. Si el que esgrime este argumento se refiere al descenso, está obviando el paso, mucho más reciente en el tiempo, por la máxima competición continental. Puestos a echar la vista 7 años atrás, podemos decir también que venimos de ganar dos ligas, en los años ochenta.
b) El manido «con el presupuesto de la Real, no se puede exigir más». Bien, la Real ha ingresado, solo en concepto de ventas y Champions, 97 millones, ¡97 MILLONES! en los últimos trece meses. Se ha gastado «solo» veinte en verano, en cualquier caso uno de los seis equipos que más han invertido en el periodo estival. Así que la excusa del dinero es una milonga.
c) No es nuestro estilo ser tan exigentes. Lejos de ser un argumento para relativizar este desastroso verano, quizás es parte del problema. La Real estaba acongojada porque le tocó el Krasnodar, que por no tener no tiene ni más de siete años de historia -ni mejor plantilla, ni más presupuesto, ni nada-. Al otro lado de la A8, cuando les tocó el Napoles en el sorteo, solo pensaban en ganarles. Y les ganaron. También cuando encajaron un gol que podía haber sido definitivo en el minuto 135 de la eliminatoria.
D) «Parece mentira que algunos no sepan lo que es la Real». Estoy de acuerdo. Parece mentira. La Real pertenece al selecto club que ha ganado TODOS LOS TROFEOS DEL FÚTBOL ESPAÑOL. Liga, Copa y Supercopa.
E) «Hay que tener paciencia, estamos en verano». Paciencia, lo que es paciencia, no se tuvo con Bakero. Y mejor, la opción que tuvimos de eludir el descenso pasó por echarle a la octava jornada. Estamos en verano, sí, pero la sintomatología de la Real la llevamos observando desde hace muchos meses. A pocos les ha pillado por sorpresa el desastre de Ipurua y de Krasnodar.
Por cierto, si destituyen a Arrasate antes de la jornada 9, me imagino que los que piden ser pacientes criticarán al Consejo. ¿O repentinamente este argumento, el de la paciencia, se enterrará, dando lugar a otra clara incoherencia?
F): «También pedían la dimisión de Montanier y nos dejó cuartos, la gente se equivoca». Niego la mayor. Se pedía la dimisión de Montanier porque un equipo que tenía potencial para acabar en Champions -de hecho acabó en la Champions- marchaba en el puesto 17 (jornada 10) en el momento de la petición de dimisión. Acepto que se diga que hubo quien seguía pidiendo su dimisión cuando ya era evidente que el equipo jugaba como Los Ángeles -los Lakers, vaya-. Pero protestar porque un entrenador tiene a su equipo en descenso con una plantilla de Champions ni me parece equivocado ni me parece raro.
G) «Jagoba es el entrenador y sabrá más que tú y que yo». Por esa regla de tres, que nadie, y menos la persona que pronuncia esa frase, se atreva a criticar el periplo de Bakero, o de Lotina, o… en la Real Sociedad. Por esa regla de tres, ¿cómo se explica que tres cuartas partes de Anoeta opinaran que Elustondo no tenía nivel para jugar en Primera y que, finalmente, le hayan tenido que probar en defensa -que da para otro debate- ya que en el centro era un esperpento?
H) «La afición está MESTALLIZADA». INCORRECTO. La afición de la Real cada vez es más británica. A los hechos me remito. En Blackburn, se contrató una avioneta para pedir la DI MI SIÓN de Steve Kean. Años más tarde, la afición de Old Trafford tomó ejemplo. Y contrató otro aeroplano con el mismo fin. Además, en el campo del Manchester United, un aficionado se disfrazó de muerte y, guadaña (de plástico) en mano, siguió el partido detrás de David Moyes.
Cada vez que un iluminado habla de mestallización, menciona al fútbol inglés y sube el pan, la gasolina y el precio de la fruta. Generalmente, es gente que no ha visto ni uno ni cincuenta partidos in situ en las islas británicas. Yo sí lo he hecho, y mayores pitadas que las que he visto a jugadores y entrenadores locales no he presenciado. Se pita a entrenadores que pierden el control del equipo y a jugadores no profesionales. Para que nos entendamos, nunca se pitaría a Arbeloa -porque lo deja todo en entrenamientos y césped, aunque no sea el jugador más técnico del planeta-, pero a jugadores con fama nocturna -el clásico mediocampista mediocre al que pillan de copiloto en un control de alcoholemia-, no se le perdona.
Con todo, seguiremos escuchando las mismas milongas. Yo os propongo esta lista para que estéis preparados y os descojonéis cada vez que escuchéis el citado argumento. Que por lo menos se estrujen el cerebro para ocultar fiascos, malas planificaciones e incompetencias varias.
Feliz domingo, aupa Real, a por el Madrid… y aclarad las gargantas, que si queremos a este club, es necesario que se nos escuche en la grada.
Tower Hill Station 